lunes, 12 de octubre de 2009

Camino de Santiago 2004.

AÑO SANTO COMPOSTELANO 2004



VILLAFRANCA DEL BIERZO A SANTIAGO DE COMPOSTELA.
UNA EXPERIENCIA QUE ME DEJO HUELLAS

Llegue a Villafranca un domingo por la tarde. El autobús me dejo en una parada cerca de una bomba de gasolina. Recuerdo que cuando me baje, estaba totalmente desolado. Me quede aproximadamente 20 minutos esperando que pasara alguien y ver si encontraba alguna de las flechas amarilla que decía el libro que siempre hallaría.

Ninguna de las dos. Con la mega mochila en la espalda comencé a caminar en diferentes direcciones hasta que vi la flecha en una esquina de una pared. Como si hubiera visto a Dios.




Finalmente llegue al albergue Fenix. que el hospitalero era muy agradable, tan bello me puso una dedicatoria en mi credencial que dice: “Que la luz de las estelas iluminen tu camino y tu alma la luz”.


Me había propuesto a aceptar lo que me tocara y renunciar a mis comodidades. Lo que conllevaba salir también de mis hábitos personales.



Cuando entre al albergue sentí que realmente me lance a una aventura a lo desconocido. Me reía de mi misma. Nunca había dormido con tanta gente a mí alrededor.

Después de visitar la linda ciudad, me fui al albergue para preparar mis cosas para dormir, estaba tensa, lo confieso, pero me divertía. Había unos tocando guitarra, otros tomado vino, hablas con todos.

Pero cuando llego la hora de acostarme, me quede un buen rato sentada en la cama esperando ver la posición que se acostaba el muchacho de la cama de al lado.¿ No sabía si prefería verle los pies o la cabeza?

Bueno le saque un poco de conversación para no sentirme que estaba durmiendo con un desconocidísimo, por lo menos ya sabía su nombre y su nacionalidad.

Pase la noche viéndole los pies tan grandes que tenia, era de Minnesota y era inmenso.


No cerré los ojos. Hubo gente que llego borracha y se paso la noche vomitando, te lo juro, encuentras de todo.

Madrugue a las 5.30. Camino a Ocebreiro, un paisaje hermosísimo, aunque la etapa muy dura. Una subida casi de 1.300 metros de altitud, pensaba que no iba a llegar. La mochila me pesaba cada vez más. Hasta que tuve la suerte de conocer a unos peregrinos Gallegos, por cierto demasiado simpáticos, que me ayudaron a cargarla.

Me sentí mal porque estaba haciendo trampa, pero cuando vi que la mayoría no la cargaba, y fue cuando me entere que se las das unos señores que por 5 euros te la llevan en su coche al siguiente albergue.


Por cierto estos Gallego iban súper equipados, desde chorizos, jabugo, vino. Gracias a dios les caí bien, comí de todo.





Nunca había tenido vacas tan cerca de mí. No saben las veces que me quede como petrificada esperando que pasen, muchas veces tuve que gritar…ya después te acostumbras, así como los demás peregrinos se acostumbraron a mis gritos. Sabían que era la venezolana cada vez que escuchaban uno . Jajaja





Vas viviendo tantas cosas en el Camino, que a pesar de todo lo difícil que me pareció la subida el primer día, se me paso rapidísimo. Conocí gente de todas partes, y con todos compartí momentos súper agradables.




Ya con los días, me convertí en la peregrina mas consentida del Camino ajaja. ” Era la venezolana que vino sola”

Yo caminaba a mi ritmo, creo que iba muy lenta, todos me pasaban, pero conocí a muchos peregrinos.



Yo no me quería forzar, ni mucho menos el primer día. Además quería hacer lo que me provocara.


Me quedaba hablando con las personas que vivían en las aldea, me encantaba, o me acostaba en la grama a deleitarme con la vista, entraba a los lugares que me daba curiosidad, hablaba con el del chiringuito, ya era amigas hasta de las vacas, termine hablando con ellas…ya las saludaba y todo. Ajaja.


Por cierto uno de los días me recosté en un matorral y era de ortigas, me picaron todas las manos, me ayudo una Sra. del pueblo. Recuerdo que cerca de su casita tenía uno, y cogió un puño con su mano para demostrarme como era la vida. (¿?)






Para mí era una súper reto llegar a Santiago, y más cuando toda mi familia y amigos no apostaban ni 3 días por mí. Fernando mi amigo que me diseño la ruta y que gracias a dios me vacio algo de la mochila, me decía constantemente, que si superaba el tercer día, lograba completar el Camino.





Uhyyy no saben cómo me cuide los primeros 3 días…..sobre todo cuando ya al segundo comenzabas a ver peregrinos que se devolvían por ampollas, tendinitis, etc. Yo en mi vida había visto como salían las ampollas dentro de las uñas, una cosa impresionante.

Mi tercer di acompañe a una peregrina al hospitalero para que le curara las ampollas, y él pensó que era yo la que estaba mal. Y yo le digo: no mis pies están como si hubiera salido de la peluquería. Y él me responde: “las personas como tu están benditas para hacer el Camino”.




Yupyyyy!!! Salí con una fuerza que no se imaginan. Para mí, eran las palabras mágicas. Tenía la certeza que lo iba a lograr.

De todos modos les recomiendo lo que yo use: Vivaporu . Untarse todos los días, antes de salir a caminar y ponerse una medias de seda y luego las de algodón sin costura, creo que eso fue la maravilla china. Anótalenlo por si acaso.






El cuarto día me dio una tendinitis en el muslo derecho, creo que fue lo mejor que me paso en el Camino. ¿No saben? Que generosidad, que solidaridad, que ayuda recibí, no me falto nada, medicamento, venda, hasta me dieron un bastón para caminar mejor. (No lo solía llevarlo)






Definitivamente era cierto. El encuentro personal con los demás peregrinos, es uno de lo mas grandes atractivos del Camino.


Los peregrinos se entregan y reciben incondicionalmente.. ¿Será porque no existe ningún interés? De verdad, es impresionante con la naturalidad que dan y aceptan, ¿será que la adquieren en el Camino o es innata? La influencia del Camino es mágica.

Fue una de las cosas que más añore cuando se termino el Camino. Que rico que todo fuera así en nuestra vida cotidiana. O por lo menos que procuremos ser más dócil, más educados, más solidarios, y con mejor humor.

Cada día era diferentísimo al otro. Eso me fascinaba, porque siempre me despertaba con mucha ilusión y expectativas. Siempre me sentía motivada, y con fuerzas.

A mí me gusta dormir mucho, pero allí madrugaba, pensaba que esto lo llevaría muy mal. Pero no, no había como salir temprano a caminar, y muchas veces entre las tinieblas, demasiado divino.


Como explicarle los encuentros en los albergues o bares cuando terminábamos la etapa de cada día. Cada vez estábamos más unidos, habíamos hecho todos grandes esfuerzos, grandes recorridos, y cuando hacíamos memoria de ellos, nos sentíamos muy orgullosos. Y por supuesto que lo celebrábamos, eso fueron los vinos que más disfrute.

La verdad que ya no me sentía que dormía con gente extraña.

Todas las situaciones y acontecimientos que vives diariamente son fortuitos. Son irrepetibles.

El contacto con los pueblos y su gente, con los hospitaleros, con los otros peregrinos, con la naturaleza, es espectacularmente maravilloso, no tiene nombre. No existe viaje alguno donde puedas experimentar todo esto a la vez. Y añádele su historia, su arte, su comida. Puedes hacerlo mil veces y siempre tendrás una experiencia distinta. Se los aseguro.

Todo tiene su significado, por eso es importante que anotes todo lo que te pasa durante el Camino, y veas un poco para donde te están llevando las señales. Las flechas que encontramos durante el Camino muchas veces tienes que saberlas interpretar.

Una de las cosas más linda que me dijeron, fue la de un viejito bello que vivía en una Aldea, donde solo habitaban 27 persona y solo 4 niños. La anote al salir, fue: “eres una persona que tienes que vivir muchos años porque transmites mucha energía y llegas muy adentro de la gente. Ese era el mensaje debía aplicar del Camino”


Cada palabra, cada gesto, cada conversación era como una inyección que me daba mucho ánimo y fuerza. Me ayudo mucho a sobre llevar esos malos momentos que atravesaba ese año


Les confieso que he disfrutado mucho contándoles de mi primer Camino, buscar mis apuntes, mis fotos, mi ruta. Lo he vuelto a vivir, y mejor que eso, hoy siento que he apreciado mucho más los mensajes. Este, será irrepetible. Esta fue mi experiencia, la tuya puede ser otra.

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